Hay una prueba reina del deporte, que una vez al año acapara la atención a nivel mundial durante tres semanas. Sí amigos, se trata de El Tour de Francia; la prueba por excelencia del ciclismo y la prueba deportiva que más interés despierta a lo largo del año.
Seas amante, practicante del ciclismo o no, conocer desde dentro cómo se vive el Tour de Francia, es una oportunidad os aseguro inolvidable. Hoy, os invito a revivir conmigo esta experiencia, además de aprender un montón de curiosidades sobre cómo funciona el Tour de France desde dentro. Palabras y muchísimas imágenes para disfrutar de este viaje “Inside Le Tour de France”.
El pasado Septiembre, por cuestiones de trabajo, me perdí la ocasión de vivir un par de etapas de la Vuelta Ciclista. Esta vez, no podía dejar pasar la oportunidad de VIVIR el Tour de Francia. Gracias a uno de los patrocinadores oficiales, Tissot ( cronometraje oficial del Tour), tenía la oportunidad de compartir con otros compañeros su programa #inside ¿Quién dejaría escapar una oportunidad única así?. Desde luego, no iba a ser yo.
A menos de una semana de que finalice el Tour, tras dos intensas semanas y miles de kilómetros , quería compartir con vosotros cómo se vive desde dentro y por supuesto, un montón de curiosidades de esas que sólo se ven detrás de las cámaras.
Me encanta el ciclismo de carretera y la oportunidad, a lo largo de estos años, que me ha dado de conocer a gente realmente increíble y ciclistas profesionales de los que poder aprender, pero sobre todo, a los que poder preguntarles muchísimas cosas. Pero al margen de ello, conocer cómo funciona este enorme entramado organizativo que es el Tour de Francia, creo es una experiencia única que a cualquiera le encantaría vivir.
Por si no fuese capaz de transmitiros las intensas emociones, el reportaje gráfico confío me ayude a ello.
Gracias al equipo de Tissot y a Lars Wehrmann, el genio que ha capturado cada instante y emociones en todas estas imágenes.
INSIDE LE TOUR DE FRANCE
Viajaría con otros compañeros españoles, Juan Forniells ( periodista de El Mundo), Carolina Álvarez, (periodista de la Revista Esquirre), junto con Amaia, del equipo de Tissot España. Embarcamos con la emoción de los niños que se van de excursión por primera vez. Juan, practicante de ciclismo; Carol, amante del ciclismo y una verdadera enciclopedia en lo que respecta a la historia y a los ciclistas de antes y ahora; y Amaia, igual.
Llegamos a Remmes, un pueblo que nos dejó enamorados por su encanto y reminiscencias de la época medieval, conservado hasta hoy. Tranquilidad, silencio y unas fachadas dignas de fotografía. Directos a una crepería a comer unos deliciosos crepes salados. Luego, anduvimos para disfrutar de unas buenas charlas y conocernos antes de entrar de lleno en lo que sería el programa :Inside le Tour de France.
Horas más tarde poníamos rumbo a la que sería nuestra casa los próximos días en pleno corazón de la Bretaña Francesa. Me encantaría describiros los paisajes de los campos franceses, pero es subirme a un coche cómodo y caigo dormida. Pero sí, pude disfrutar, aunque fuese entre sueño y sueño de los inmensos campos de la zona con esas maravillosas casitas, más de cuento que de campo.
Y allí llegamos. Un enorme jardín lleno de árboles enormes era la presentación de esa “ Chateu” del siglo XVIII. Bienvenidos a Lemans Country Club.Mil palabras en imágenes.
Gran recibimiento del equipo de Tissot. Tras pasar por nuestras habitaciones para dejar el equipaje y darnos una ducha, y esperar a los compañeros italianos. Antes tanto Juan como yo, aprovechamos para salir a descubrir la zona y alrededores a golpe de zapatilla. Tras el viaje, una carrerita sienta de maravilla.
Antes de la cena, un aperitivo al más puro estilo francés. Vamos que, el champagne no podía faltar; y ahí estábamos los 4 tan ricamente disfrutando de aquello y conociendo a los compañeros italianos, equipo de Marketing de Tissot, y a Maurizio Fondriest ( ex-ciclista profesional con un título de Campeón del Mundo en sus piernas y más de 120 victorias más como profesional).
Os adelanto que, conocerle y poder disfrutar de sus historias y sabiduría esos días, fue de lo más increíble de esta experiencia.Permitidme que muchas de las cosas que me contó, me las quede para mí.
No todos los días una tiene la oportunidad de convivir con , no sólo un Campeón del Mundo ( 1988, consiguió esa victoria el mismo día que nacía su hija.), si no con una bellísima persona que estuvo pendiente de todos y cada uno de nosotros en todo momento.
A la mañana siguiente nos esperaba lo que sería vivir parte de una etapa del Tour en sentido estricto. El viernes se celebraba una de las etapas más largas de esta edición. La 7 ª etapa que recorría 231 kilómetros desde Fougères hasta Chartrés. Nosotros recorreríamos los últimos casi 30 kilómetros de la misma como si de profesionales se tratase. Nos hicieron sentir así desde luego.
Llegamos a nuestro punto de partida. Una carpa de Tissot nos esperaba con todo lo necesario para poder pedalear. Unas bicis que juraría tuvimos la suerte de estrenar. Por supuesto, cada uno la suya, con su nombre y su talla exacta. Bidones con isotónico, nuestros cascos edición especial de El Tour y con unas ganas locas de ponernos a pedalear. Por supuesto, hubo control de firmas y dorsales, no os vayáis a pensar.
( No sólo me enamoré de la personalidad de Mauricio sino de su bici. No debí ser la única, porque nos comentó qué equipo le gustaría rodar con sus bicis. ¿ Podrá verse en el Tour en un futuro?.)
Y aquí comenzaba algo que jamás hubiese imaginado. Disfrutar de esas largas carreteras cortadas para nosotros, sobre las que horas más tarde recorrerían los ciclistas. Pese a ser las 12 del mediodía, y quedaban unas tres horas para que todos los equipos pasasen por allí, en las calles, pueblos y carreteras se dejaba ver muchísima gente lista para animar a los corredores. Y por supuesto, nosotros también.
(Mi compañero Juan me ayudó a sacar lo mejor en el sprint final de nuestra particular carrera)
Es una de las primeras cosas que llaman la atención, la enorme afición por el Tour de France que provoca que haya público de todas las generaciones dispuestos a animar durante los efímeros segundos que pasan los ciclistas.
No os imagináis lo feliz que me encontraba en esos momentos; nos iban neutralizando de vez en cuando porque enseguida queríamos ir más rápido. Iba disfrutando de cada compañero con el que pedaleaba, de los paisajes y de vivir al máximo esos instantes. Juan y yo no parábamos de dar las gracias por esta oportunidad: “ Madre mía, es que la carretera está para nosotros, la misma por la que pasarán luego los profesionales…”.
Cada ciertos kilómetros, esos arcos que indican los kilómetros restantes para la meta ya estaban perfectamente colocados.
Teníamos hambre de kilómetros y hubiésemos firmado por unos cuantos más. Me sentía realmente eufórica y con ganas de dar al pedal. A un kilómetro de la llegada a meta de esa etapa, nos paramos para poder hacer el sprint final. (Cosa que horas más tarde, tras una aburrida etapa, sucedería en los últimos 500 metros). Los últimos metros estaban en subida; no era pronunciada pero era tendida, y teníamos que esprintar.
Juan y yo a modo de equipo. Él delante y yo detrás para poder imprimir la máxima potencia en los últimos metros . Aquello ya estaba invadido por infinidad de espectadores animando. !Nos estaban animando a nosotros!. Y arrancó esa vena competitiva que me hizo dar pedales fortísimo para llegar a esa línea de meta.
No os puedo describir con palabras la alegría que tenía por dentro. Allí estábamos todos, en el final de etapa, en la meta y recibiendo nuestro maillot amarillo. Me sentía como una niña con zapatos nuevos, pero mejor. Había conseguido el “ maillot amarillo”, jejjee.
Después de aquello, aún teníamos que ver cómo era “El Tour” por dentro.
ALGUNAS CURIOSIDADES DE EL TOUR DE FRANCE
Es en este momento cuando comienzas a darte cuenta de la magnitud de una prueba de estas características. De la increíble logística y organización de cada pieza para que todo funcione perfectamente en tiempo y hora sin dejar absolutamente nada al azar.
La zona de llegada a meta, nada tiene que ver con lo que vemos en la televisión. Es aquí cuando pude anotar mentalmente todas de las curiosidades que se esconden detrás de esa prueba.
- Lo más característico de todo, es que la salida y la llegada se realizan en puntos diferentes, y diariamente. Es de cir, han de montarlo y desmontarlo cada día en puntos geográficos muy distantes.
El tiempo en desmontar todo el enorme cableado, camiones y trailers, zonas y carpas VIP, la cantina , los autobuses de los equipos, las vallas y arcos de señalización etc. es ridículamente corto. Parece increíble que en cuestión de menos de una hora esté todo absolutamente recogido y camino al punto de llegada de la jornada siguiente.
- Tras la zona de salida, están situados muchísimos trailers; muchos de ellos procedentes de canales de televisión internacionales. Tantos que, nos comentaron que entre todos los cables llegan a sumar unos 27-28 kilómetros. Prácticamente lo mismo que habíamos recorrido en bici.
- Antes de la llegada de los corredores, la zona está llena de espectadores. Lejos de estar aburridos, la hora previa a la llegada estimada de los ciclistas está dedicada a una cabalgata larguísimas con carruajes y coches de lo más variopintos; liderados por los diferentes sponsor y marcas que también quieren tener su minuto de gloria en un evento de esta magnitud.
- Otra de las cosas me más curiosidad despertó en nosotros fue conocer la cabina, la ” sala de máquinas” del cronometraje. Situada junto en línea de meta, ellos son los responsables de que todo salga perfecto y por supuesto, de los tiempos y clasificaciones. Pero también, de las conocidas ” FOTO FINISH”, que en muchas ocasiones son necesarias para saber quién ha sido el vendedor de la etapa.
Yo pensaba que, la línea roja que vemos en esas ” foto finish”era la línea de meta. Pero no amigos. Todo lo que vemos representa esa línea de meta. Un dispositivo capta hasta 10.500 imágenes de la línea de meta en segundos. Es realmente alucinante. ¿ Lo sabíais o era la única que no tenía ni idea?.
LLEGADA DE LOS PROS
Tras comer en la cantina, nos tocaba disfrutar del ambiente y sólo quedaba esperar a los protagonistas. Comida realmente riquísima y hecha en el momento, nada de envasados y porquerías.
Fue una etapa en la que la emoción se vivió realmente en los últimos metros; aquellos en los que habíamos jugado horas antes a ser sprinters.
Fue alucinante. Pasan a tal velocidad que es imposible verlos en apenas segundos.
Sencillamente impresionante. En los DESTACADOS de mi cuenta de INSTAGRAM podéis ver un montón de vídeos e imágenes que fui capturando a lo largo de esos tres días.
Milésimas de segundos en las que ves al pelotón. Tras ellos, una caravana infinita de coches de equipo.
Ahora, les tocaba su breve descanso hasta la etapa del día siguiente.
8ª ETAPA: LA salida
Al día siguiente, el programa de Tissot Inside le Tour de France nos tenía preparada la visita a la zona de la salida, y con ello, la oportunidad de poder visitar a alguno de los equipos en lo que llaman el “Village”.
Las horas previas a una salida de etapa, de nuevo con un espacio enorme con su zona de Expo , zonas de cafetería, y el espacio reservado para los autobuses de cada equipo. Hay muchísima gente moviéndose dude un lado a otro, y entre toda la gente, van pasando casi anónimamente los corredores, que s mueven de un lado a otro.
Pete Sagan iba escoltado por que desapercibido no pasa; somos muchos los que queremos acercarnos a ellos y que nos brinden la mejor de sus sonrisas para una foto.
Es increíble cómo minutos previos a una etapa del Tour, ellos atienden amablemente a los periodistas, aficionados… con la de nervios que tienen que tener; y el estado e concentración creo que deben necesitar.
Estuvimos visitando a los equipos Katusha y al Trek Segrafredo.
Pregunté a uno de lso directores de equipo del Katusha, en relación a la alimentación de los ciclistas durante el Tour, así como losprobocolos de recuperación después éd evacua etapa.
- Durante una etapa del Tour, un ciclista puede llegar a consumir unas 5.000 calorías. En este caso, es el médico del equipo el que establece la ingesta y plan nutricional para cada corredor en función de la etapa y necesidades que vayan a tener en la etapa siguiente. Es decir, los cocineros siguen las pautas del médico de equipo.
- Los autobuses, disponen de lo necesario para que los corredores puedan descansar tras las etapas y en el período de transición hasta su hotel. Asientos comodísimos, casi sofás para cada corredor; duchas y espacio para poder sentirse lo más cómodos posibles durante los traslados.
Os dejo más imágenes de todo aquello que sin lugar a dudas, fue una experiencia increíble.
Espero hayáis disfrutado tanto como yo de esta pequeña crónica. Aún nos quedan días para disfrutar de las etapas del Tour de France en los Pirineos y revivir este viaje Inside Le Tour de France.
Gracias por llegar hasta aquí. Y gracias al equipo de Tissot por haberme dado la oportunidad de vivir esta fantástica experiencia.