Triatlón Media Distancia Arenales 113

A sus puestos. 17 Abril, primera prueba de la Copa de España de Triatlón Media Distancia. Arranca la temporada, y sí, triatlón es algo que va mucho más allá de nadar, pedalear y correr. Esencia de triatlón : Arenales 113

Buenos días familia, aquí de nuevo para intentar ser capaz, a través de las palabras e imágenes, de transmitiros las sensaciones que vivo cada vez que me enfrento a una prueba.

La temporada de triatlón para muchos empezaba el pasado domingo, con la 1ª prueba de la Copa de España de Triatlón de Media Distancia, en la clásica prueba de Arenales del Sol 113, Elche.

El triatlón, al menos para mí, va mucho más allá de la natación, el ciclismo y la carrera; el triatlón es un estilo de vida, en el que muchos intentamos conjugar con nuestras obligaciones laborales, familiares y encajar las horas de entrenamiento que se necesitan, de forma constante, acumular para ir bien preparado, mental y físicamente. Por supuesto, no es tarea nada fácil, máxime con un trabajo que exige mucha implicación.

No soy profesional del triatlón, pero es cierto, que en los últimos dos años, estoy aprendiendo a ser lo más constante posible con mis entrenamientos para poder dar lo mejor de mí en cada prueba, e ir mejorando. Confieso que me resulta muy complicado, y no puedo acumular el volumen de entrenamientos que me gustaría, porque sé que si pudiese, las garantías de éxito sería mucho mayores, pero hay que adaptarse a las circunstancias, y aunque el proceso sea más lento, no dejar de practicar y aprender.

La primera prueba elegida para comenzar la temporada de triatlón fue el media distancia de Arenales, un clásico en el calendario oficial de triatlón. Sería mi primera vez en este circuito, que me habían comentado iba a ser duro por el tramo de carrera a pie.

La semana previa, siendo consciente del nivel que tenía, y teniendo en cuenta que participaba en grupo élite, estaba bastante, bastante nerviosa. En el último mes, si bien he cumplido con los entrenamientos, no sumaba más de 16 horas a la semana, incluyendo mis clases en el gimnasio. Sí, lo sé, bastante poco, pero contenta de ser constante con los mismos  e ir mejorando muchas de las debilidades que arrastraba.

Hacía tiempo no me encontraba tan insegura, nerviosa, pese a no dejar de visualizar la prueba una y otra vez en mi cabeza.

El viernes, tras las dos clases de bici que tengo, nadé 1.000 metros. Recogí las bicis ( la de José y la mía), cargué el coche y puse rumbo a Elche, al ritmo de la Mala Rodríguez para animar el trayecto. Jose trabajaba el sábado, así que, entre mis nervios y que yo jamás había hecho esa prueba, preferí salir un día antes para ir con más calma.

El sábado, amanecí con un calor al cual no estoy aún habituada. 9:30 am y 21 grados. Desayuné con calma, estuve haciendo unos estiramientos en la habitación del hotel, y a mediodía me acerqué a la zona de la prueba.

Es fundamental ver las zonas por donde se realizará la competición, conocer el mar, boxes…y sobre todo, comprobar de primera mano cómo era eso que llaman “las escaleras del infierno” y las “dunas”. Al final, tenéis el vídeo resumen de Triatlón Channel por si queréis ver de qué os hablo 🙂

Hacía muchísimo calor, y como siempre antes de una prueba, no paré de hidratarme con agua y bebida isotónica.

Tenía que trotar 20 minutillos, y ale, zapas y a correr. Como siempre voy medio en las nubes, de pronto se me acercó una chica con una sonrisa, (seguía empanada, la conocía, pero no era capaz de recordar su nombre ¡Qué vergüenza!), – “ Soy Ivette, nos conocimos en Ibiza!…Madre mía claro, Ivette Farriols, la Subcampeona de España de Larga Distancia. ( no os podéis imaginar qué vergüenza). Un encanto de niña, charlamos un poquito sobre la prueba, el calendario de este año…hará su primer Ironman y me enseñó la furgo en la que había venido acompañada de su hermana.

Nos despedimos y continué. Tocaba ver el tramo de escaleras, el cual habríamos de subir 2 veces en el segmento de carrera a pie. Una arco abría paso a lo que la organización llamó : “ Stairs way to heaven”, Cuando Led Zepellin lanzó esta canción, no había visto esto.

Subí caminando, leyendo cada uno de los cartelitos que había colocado a lo largo de dicho tramo. Sin duda lo peor no acababa ahí, una rampa del 13% de unos 200 metros continuaba el camino.

Seguí trotando para soltar un poco las piernas, y entonces, me encuentro a Judith Corachán ( Campeona de España LD, y de esas triatletas que no dejan indiferente a nadie. Es sencillamente brutal).

Mis deberes hechos. Vuelta al hotel a comer algo ( filetes de pollo a la plancha con un poco de arroz y verdura cocida), ducha e ir a recoger a coger a Jose a la estación de tren, desde donde iríamos directamente a recoger los dorsales, dejar las bicis en los boxes, y vivir el ambiente previo.

Charla técnica a las 20:00 hs, y aprovechamos a cenar en un buen sitio ( de los pocos que había en Arenales, porque aquello está desértico) para volver prontito al hotel y tratar de descansar algo.

DOMINGO 17, 5:30 am.

Suena el despertador, tras un duermevela constante a lo largo de la noche. Teníamos todo preparado de la noche anterior, pero los rituales son los rituales.

Vestirse, embadurnarnos de crema de protección solar, peinarse e ir a desayunar como si de un día cualquier se tratase.

Parada en boxes antes de salir, esto es, el baño..aunque luego siempre llevamos un rollo de papel por si tienes ganas en el momento menos oportuno y no encuentras un bar abierto ( a esas horas y en esa zona, sólo estaban habilitados los de la organización, con colas de más de 15 minutos. Descartados siempre).

Llegamos a la zona, con el tiempo un poco justo y aún teníamos que dejar y preparar los materiales en boxes. 7:15 am, y ya nos avisan por megafonía que hay que ir saliendo de la zona de boxes.

Cual autómata dejo todo organizado para cada transición, los geles, los bidones…

“¡Mierda!,” y nunca mejor dicho, porque necesitaba urgentemente acudir a un baño. Veo esas colas y decido adentrarme entre los matorrales y arbustos. No era la primera que pasaba por allí.

Bueno, faltaban 20 minutos para la primera salida conjunta, hombre y mujeres del grupo élite. Con un par, allá que voy a cámara de llamadas.

Me coloco un gorro, las gafas nuevas, y encima el gorro con el número de dorsal. El sol estaba saliendo con muchísima fuerza, apenas se distinguían las boyas que marcaban el trazado del segmento de natación. Y allí estábamos todos, con ganas de empezar.

Como apenas estábamos nerviosas, nos avisan que han de retrasar la salida hasta que la Guardia Civil de el OK al cierre de todos los tramos de carretera.

Momentos que aproveché para calentar un poco en el agua, saludar a mis compañeras, a esas grandes triatletas que admiro tanto, y visualizar por última vez la prueba.

El juez nos avisa: “A sus puestos…PIIII”.

No soy buena nadadora, de modo que me sitúo en el lado izquierdo para evitar recibir los golpes y adelantamientos del grupo élite masculino. Cojo mi ritmo de crucero, fácil y cómodo y voy siguiendo la estela de un grupo hasta la primera boya ( se me hizo eterno hasta llegar allí).

El agua estaba clara, la temperatura perfecta e iba sintiéndome cómoda sin una respiración acelerada. 2ª boya, apenas se veía, de modo que la referencia era un barco. Paso la 2ª boya, y había una 3ª, pero me despisté y comencé a nadar hacia  la costa, visualizando el arco de salida. NO avanzaba y entonces me di cuenta que no tenía a nadie alrededor, ni delante ni detrás.

Me había equivocado. Empecé a agobiarme porque sabía que perdería muchísimo tiempo. Tenía que retroceder e ir a la 3ª boya que no había visto y desde ahí encarar los metros que distaban hacia la playa.

-“ Pufff, voy muy lenta, estoy perdiendo muchísimo tiempo y encima ya iba de las últimas del grupo”, una sensación de angustia empezó a invadirme, pero por poco tiempo. Fuerza mental. “ Isa, no pasa nada, disfruta de la natación, recuerda lo que te dijeron por mensaje – un tipo que ni conoczco_, es un privileegio poder estar aquí”…me repuse y continúe nadando.

El tramo de transición era bastante largo, unos 700 metros diría. Subir por una pasarela de madera y desde ahí cruzar toda la zona de boxes hasta mi bici. Aún quedaban bicis, no había salido entonces tan mal del agua, lo cual me tranquilizó.

Realicé la transición sin prisa pero sin pausa, y enseguida al tramo de bici. Éste empezaba con una rampa muy pronunciada, ya lo sabía, e iba preparada para ello.

Empezaría a ingerir algo pasados unos 20 minutos, entre la sal del mar, y demás, como Jose me había dicho, no es conveniente meter nada al estómago hasta que pase un ratito.

Ya en la bici, no me iba a calentar, luego nos esperaban 21Km de una dura carrera a pie, de modo que el objetivo estaba marcado en no sobrepasar las 150 ppm ( en realidad no pasé de 146 ppm). Poquito a poco con ritmo pero sin forzar muscularmente. En los tramos de viento en contra, no era bueno pelearme con el viento…de modo que si tenía que poner el plato pequeño y aumentar la cadencia, sin problema.

Me encontraba bien, iba tranquila, adelanté a un par de chicas de mi grupo; luego se acercaron dos más que habían salido por detrás en la natación,me adelantaron pero mantuve el ritmo y la calma. Estábamos empezando y aún quedaban muchos kilómetros por delante.

Mantuve la posición, y las buenas sensaciones todo el tiempo. No dejé de hidratarme y alimentarme, pese a que no tenía ni hambre ni sed, pero había que hacerlo.

No sé a qué ritmos iba, iba calculando los kilómetros en función de los puntos de avituallamiento que iba pasando. Me encontraba bien y sabía que podía apretar mucho más, pero tuve miedo, prefería reservar lo poco o mucho que quedase para la carrera a pie.

A pocos kilómetros de llegar, unos 15, me adelante una chica, y nos vamos siguiendo la una a la otra, nos animamos mutuamente. Eso te llena de buen rollo y alegría. Iba más fuerte que yo, pero me animó muchísimo, y me dijo que llevaba un buen ritmo de bici.

( Fotografía de Raquel Hurtado Mora)

Llegada a T2, transición rápida y a correr. 2 vueltas y media y ale, finiquitada.

Me encontraba bien, y me dejé llevar. A los 3 kilómetros, primer avituallamiento. Sin parar cojo agua que me echo en cabeza, cara y muñecas (nunca en las piernas, porque entonces el cuerpo envía la sangre hacia el miembro inferior para regular y desabastece el corazón, ojo con eso), y un gajo de naranja del que saco todo su zumo.

Upps, miro el reloj y voy a 4:50 min/km..está bien, pero sé que tengo que ir más lenta porque si no sufriré luego.

Primer trato de camino pedregoso, dunas, y vuelta al paseo antes de encarar esas escaleras.

El paseo estaba lleno de gente animando, y sin duda eso te llena de energía ( Gracias a Álex Moreno, Inma Gil por vuestros ánimos)… escaleras. Pasitos cortos y al “tran tran”, las subí corriendo pero sabía que la cuesta de después caminaría para recuperar el aliento.

( Fotografía de Raquel Hurtado Mora)

Camino unos 150 metros y continúo corriendo hasta lo alto donde estaba el avituallamiento. Lo mismo de la otra vez, agua para refrescar y naranja para beber su zumo, y sin parar.

Una bajada, y comienzo de la segunda vuelta. Esta vez, el camino hacia el tramo de playa y dunas se me empieza a hacer muy duro. Apenas soplaba el viento, y las piernas estaban un poco torpes.

En esta vuelta me adelanta Judith que me anima, y más tarde lo haría DolÇa Ollé. No me salían las palabras para darles las gracias..ellas iban camino de meta con unos ritmos increíbles y encima te dedican unas palabras de ánimo. Eso para mí es la esencia de este deporte, y sin duda, con una de las mejores cosas con las que me quedo.

Nuevamente, las escaleras, esta vez mucho más lenta, volví a caminar en la cuesta, y de pronto, miro el reloj..pufff estaba perdiendo demasiado tiempo con los parones y los cambios de ritmo.

Tan solo quedaban unos 7km, y pese a que los ritmos eran penosos, no sé me estaba haciendo largo, iba disfrutando y sufriendo cada paso, ver al resto de triatletas y saber que no quedaba nada para el final.

En el último tramo del paseo, camino hacia la zona dura de carretera, pedregal y dunas, Ruth Brito ( quedaría 3ª), se cruza y me choca la mano.

Por Dios, a estas mujeres hay que ponerlas un monumento. Volví a sonreír dentro de mí y continúe. No quedaba nada, apenas 3 kilómetros. Me crucé con Jose que como siempre, eso me da la vida.

Último tramo de dunas, pasarelas de madera por donde se corría muy bien, una pequeña subidita, y ya sólo quedaban los metros del paseo que conducían a la meta. Apreté un poco al acabar las dunas, iba sonriendo por dentro de mí (pese a haber hecho un tramo de carrera malísimo).

( sonreía por que no sabía lo que me esperaba aún 🙂 )

Llegada a meta, donde estaba Ximo , el organizador, esperando a cada uno de los 963 triatletas para darnos un abrazo.

Y allí estaba, ya había acabado. Con un enfado interno por la pésima carrera, anduve dando vueltas hasta que llegase Jose. Terminó como si no hubiese hecho nada, tranquilo, y súper contento con las sensaciones que había mantenido. Para él fue un entreno de calidad muy bueno.

Mi carrera: 32´47 natación, 2h38 min segmento de bici y 1h58 h carrera a pie…lo sé, malamente, pero ya tengo objetivo que trabajar aún más.:-)

Ya transcurrido un buen rato en el que no dejé de beber agua, comer algo de piña y recuperar, empiezas a abrazarte con el resto de compañeras con las que has corrido, te animas, te das la enhorabuena y comentas sensaciones.

¿Os preguntaréis qué hay de diferente respecto al resto de carreras?..precisamente me quedo con la calidad, no solo deportiva, la cual es realmente buena, de las deportistas, sino con la calidad humana que tienen.

No todos los días te cruzas con deportistas de primer nivel que te animan, con los que puedes conversar y sobre todo, aprender solo con verlas.

En fin, que me enrollo demasiado, pero no quiero acabar sin dar las gracias a todas y cada una de las personas que me habéis mandado mensajes en estos días porque de verdad, no sabéis que felicidad y energía sois capaz de transmitirme.

GRACIAS INFINITAS A :

ENHORABUENA A MIS COMPAÑERAS Y TRIATLETAS: Las ganadoras, Sara Loher, Judith Corachán y Ruth Brito; A DolÇca Ollé, Anna Noguera, Mabel Gallardo, Ivette Farriols,  Mónica Falgueras, gracias infinitas por todo eso que sois capaces de transmitir dentro y fuera de una competición, y vuestro ánimos durante toda la prueba.

A mis compañeras madrileñas, Cova y Eva, a ver si hacemos algún entrenamiento juntas.

A mi querido Chantal, por su enorme carrera y por ese 3er puesto en su grupo de edad. Qué alegría verte y compartir nuestras cosillas. Nos vemos prontito en Valencia campeona.

A los voluntarios de esta prueba que tantísimo nos cuidaron y a la organización, que fue realmente excelente y no nos faltó de nada.

A los amigos que animaros más allá del mundo virtual 2.0, : Álex Moreno, Inma Gil, y todo el público que estuvo presente de principio  a fin.

A Pedro Moya, de PALABRA DE RUNNER, por su increíble trabajo con los álbumes de fotos que hizo de toda la prueba, y que he compartido en esta entrada. Las fotos son suyas, un trabajo por amor al arte. De modo que si os gustan, o alguno habéis participado y publicáis alguna de sus fotos, sería genial que pusieseis la fuente.

A Bicis Morenito, que me patrocina con la bici para poder correr esta temporada. 🙂

Y por supuesto, y siempre, a mi familia y a José que me sufren cada día.

Ahora, a seguir trabajando y disfrutando de este camino tan maravilloso para poder crecer como triatleta.

Feliz semana y a los que corréis este fin de semana en la EDP ROCK & ROLL MARATHON, todas mis fuerzas para la carrera. Disfrutadla y vividla.

( no me gusta la cerveza, pero esta sin alcohol y con limón me sentó de lujo 🙂 )